Los estudiantes de la Mead High School Mead High enganchan a jueces del Tribunal Supremo de Colorado en una lección sobre la ley y el compromiso cívico

Un juez habla a los alumnos en un aula, con un cartel de bienvenida detrás de él y los estudiantes sentados en pupitres.

Los alumnos del Mead High se sentaron absortos mientras el juez Richard Gabriel, del Tribunal Supremo de Colorado, compartía sus reflexiones sobre sus años en la judicatura. Era el octavo año consecutivo que él y sus compañeros jueces habían hecho el viaje a Mead, una tradición construida sobre la creencia de que el sistema judicial debe ser transparente y accesible.

"Es una gran alegría", dijo el juez Gabriel. "Se trata de votantes y ciudadanos prometedores, y queremos que se eduquen. Si entienden cómo funcionan los tribunales, verán el rigor con el que se toman las decisiones, y eso tiende a generar respeto por los tribunales."

A través de la iniciativa Our Courts Colorado, el juez Gabriel se ha dedicado a la educación cívica, asegurándose de que los estudiantes adquieran una comprensión matizada del proceso judicial. Cada año, los alumnos Mead High leen casos judiciales reales y preparan preguntas para los jueces.

"Como has visto, tenía un montón de preguntas preparadas, y todas ellas eran excelentes", comentó con admiración. "Aquí en Mead High School, los estudiantes siempre leen un par de nuestros casos antes de venir, y llegan a preguntarnos lo que entró en la decisión. Van directamente a las cuestiones más difíciles a las que se enfrentó el tribunal".

Un impacto duradero en los estudiantes

La oportunidad de interactuar con jueces del Tribunal Supremo dejó una profunda impresión en los estudiantes de Mead, muchos de los cuales quedaron impresionados por la profundidad de los debates y las historias personales compartidas por los jueces visitantes.

"Me gustó el hecho de que ya habíamos investigado los casos de antemano para que pudiéramos tener una discusión sobre los detalles de la ley, en lugar de una conversación general sobre el Tribunal Supremo de Colorado", dijo Elena Gómez, que conoció a la jueza María Berkenkotter.

Un juez del Tribunal Supremo de Colorado frente a los alumnos de un aula decorada con una bandera estadounidense y varios carteles educativos.

Más allá de las discusiones jurídicas, los estudiantes se inspiraron en las perspectivas de los jueces sobre el compromiso cívico y el diálogo respetuoso.

"Como sociedad, tenemos que aprender a hablar civilizadamente", dijo Josh Gonslaves, que conoció al juez Gabriel. Su opinión fue compartida por Karissa Erickson, que apreció el enfoque reflexivo de los jueces en el debate: "Me encantó la refrescante visión de cómo discrepar y debatir respetuosamente".

Para algunos estudiantes, la visita reforzó sus aspiraciones personales. Kiana Melgar, que conoció al juez Carlos Samour, encontró motivación en su trayectoria personal.

"Me encantó escuchar la experiencia vital de alguien que llegó al país sin nada, sin conocer el idioma. Él y su familia trabajaron duro para conseguir lo que tienen: se ganaron esta vida", dijo. "Sí, siempre he soñado con ser abogada, principalmente porque me intriga mucho la ley y me encanta ayudar a la gente en momentos vulnerables".

Otros, como Ayden Kohlscheen, se marcharon con un aprecio más profundo por los conocimientos jurídicos, aunque no piensen entrar en ese campo.

"Nunca quise dedicarme al derecho, pero todo el mundo debería conocer sus fundamentos", dijo Ayden después de conocer al juez Hood. Mikey Carrigan estuvo de acuerdo, señalando: "Me gustó lo comprometido que estaba el juez Will Hood con la clase. Fue muy divertido y me mantuvo despierto, comprometido y emocionado. Siempre habrá una parte de mí que quiera ser abogado".

La perspectiva de los profesores: Una tradición de compromiso

Para Alex García, profesor de gobierno en Mead High School, esta tradición anual ha sido inestimable para que los alumnos comprendan mejor el proceso judicial.

"Durante ocho años consecutivos, aprecio tanto que estos jueces de Colorado tan ocupados se tomen el tiempo de conducir hasta Mead cada año para interactuar con todos y cada uno de los junior de Mead", dijo García. "Los estudiantes siempre están impresionados de ver a nuestros jueces de la Corte Suprema de Colorado como seres humanos con prejuicios personales que, sin embargo, se esfuerzan por poner sus prejuicios a un lado al tomar decisiones sobre los casos."

Un juez del Tribunal Supremo de Colorado se sitúa al frente de un aula mientras los alumnos escuchan atentamente en sus pupitres, tomando apuntes.

García señaló que los estudiantes disfrutan especialmente escuchando las historias personales de los magistrados: cómo se abrieron camino hasta llegar al Tribunal Supremo y los retos a los que se enfrentan en el cargo.

"Los estudiantes también están siempre impresionados por la cantidad de horas que los jueces trabajan a la semana y la seriedad con la que se toman el servicio a todos los ciudadanos de Colorado", añadió García. "Dicho esto, sorprendió a los estudiantes saber que los jueces a veces reciben amenazas de muerte por las sentencias que dictan".

Una experiencia de aprendizaje significativa

Cada año, estas visitas brindan a los estudiantes la oportunidad de participar en debates que van mucho más allá del aula. Adquieren una visión de las decisiones jurídicas del mundo real, aprenden a analizar casos complejos y ven de primera mano el tipo de razonamiento y esfuerzo que hay detrás de cada sentencia.

Un libro titulado "La Constitución de los Estados Unidos", con la bandera estadounidense en la portada, sobre el pupitre de una clase.

Para algunos estudiantes, conocer a los magistrados reforzó su interés por la abogacía como carrera profesional. Otros quizá nunca pisen un tribunal, pero se marcharon con una mayor comprensión de cómo el sistema judicial afecta a sus vidas.

Por encima de todo, estas conversaciones animaron a los estudiantes a hacer preguntas, pensar críticamente y ver los tribunales como algo más que una rama abstracta del gobierno. La experiencia les permitió echar un vistazo al trabajo de los que dan forma a la ley en Colorado, una oportunidad que no olvidarán pronto.

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