El personal de oficina de una escuela se convierte a menudo en el corazón del edificio. Son el primer punto de contacto para cualquier persona que entre, ya sean alumnos, padres, voluntarios o visitantes.
Para un registrador escolar, trabajar en una oficina escolar es algo más que mantener los expedientes de los estudiantes o ayudarles con sus horarios, es representar a la escuela en la que trabajan. Este es el caso de Sandy Patterson, secretaria escolar en Thunder Valley K-8. "Hago lo que haga falta para que los padres sepan que nos preocupamos", afirma Patterson.
Independientemente de la función que Patterson haya desempeñado en los últimos 30 años, su objetivo ha sido asegurarse de que los estudiantes sepan que siempre habrá una cara amable para recibirlos.
Trabajar en un entorno escolar era una vocación para Patterson, "siempre me ha gustado trabajar con la gente", recuerda. "Cuando estaba en preparatoria, pasé un tiempo trabajando como ayudante en una escuela de primaria , fue entonces cuando decidí dedicarme a la educación".
Después de graduarse en la Universidad del Norte de Colorado con una licenciatura en Educación Especial, Patterson se convirtió en profesora sustituta para las escuelas de St. Vrain Valley. Con los años, trabajó como secretaria de la biblioteca y de asistencia en Frederick Elementary y se convirtió en la secretaria de la escuela en 2013, cuando se abrió Thunder Valley K-8 .
Para Patterson es importante que los alumnos sepan que tienen adultos que se preocupan por ellos y que pueden guiarles hacia su futuro porque "los niños pasan buena parte de su vida con nosotros durante sus años de formación, y tener a alguien a su lado es algo que no consiguen en las escuelas públicas", declaró Patterson.
A menudo verás a Patterson ayudando a los padres con el papeleo, dando a las familias visitas a la escuela, o cubriendo en la oficina y saludando a los padres. Ella se ha convertido en la cara de Thunder Valley, ya que es el primer punto de contacto cuando las familias se inscriben en la escuela.
"Sandy ha sido un pilar para la comunidad de Frederick," compartió Catrina Estrada, Directora de Thunder Valley. "Ella va más allá para cuidar de las familias durante el proceso de inscripción y siempre es una cara amable dispuesta a apoyar a los estudiantes, familias y miembros del personal."
Al reflexionar sobre su tiempo en Thunder Valley, los momentos más memorables de Patterson son ver cómo los estudiantes crecen y se desarrollan a través de los años. "Ver su transformación desde el principio hasta el final y lo mucho que mejoran y ganan confianza, es emocionante", compartió Patterson. "Sabes que has tenido un impacto en ellos cuando los ves de adultos y se acuerdan de ti".
Mientras se prepara para el siguiente capítulo de su vida tras la jubilación, le entusiasma pasar más tiempo con sus nietos, dar más paseos y caminatas y explorar nuevas zonas. "Echaremos de menos su dedicación para hacer de Thunder Valley una comunidad acogedora", declaró Estrada.