La Escuela Longmont Estates Elementary es el lugar donde los jóvenes alumnos emprenden su viaje educativo. El programa preescolar, que consta de dos aulas dirigidas por Christy Dreiman y Alexis Vorhaus, crea un entorno que fomenta tanto la preparación académica como el crecimiento socioemocional.
Christy Dreiman obtuvo su Máster en Educación Especial Infantil y le apasiona trabajar con niños con discapacidades. Cree en un enfoque basado en el juego que promueva el desarrollo social, emocional y académico de todos los niños. "Me encanta el preescolar porque permite a los niños desarrollar sus habilidades a través del juego durante todo el tiempo que puedan", expresó Dreiman.
Alexis Vorhaus también obtuvo su Máster en Educación Infantil y cuenta con una década de experiencia como profesora de preescolar, siete de las cuales ha dedicado a Longmont Estates Elementary. Vorhaus es una firme defensora del aprendizaje práctico. "La educación infantil es la base del éxito futuro, tanto en el aula como a medida que avanzan por el mundo", explica Vorhaus. "Es importante integrar estudios en los que los niños profundicen en áreas de interés, fomentando el aprendizaje permanente a través de la creatividad y el pensamiento crítico".
El programa preescolar de Longmont Estates ofrece acceso a una amplia gama de oportunidades de aprendizaje para el desarrollo, como STEM, tiempo de biblioteca y un laboratorio de movimiento preescolar. "Estas actividades ayudan a los niños a crecer en diversas capacidades, atendiendo a todas las habilidades y necesidades", dijo Dreiman.
El programa adapta cada unidad a los intereses de las aulas al tiempo que se adhiere a los estudios del Currículo Creativo. "Ajustamos las unidades para que se adapten a las áreas de interés de cada una de nuestras aulas, lo que permite que todos los niños sigan comprometidos y entusiasmados con el aprendizaje", afirma Vorhaus. "Este enfoque garantiza que el aprendizaje sea a la vez divertido y significativo, sentando una base sólida para futuras actividades académicas". A través del enfoque basado en el juego, los alumnos exploran conceptos académicos como aritmética, alfabetización y STEM , al tiempo que desarrollan sus habilidades sociales.
Además, Longmont Estates da prioridad a la preparación para el jardín de infancia proporcionando experiencias fundamentales que alimentan el amor natural de los niños por el aprendizaje y la curiosidad. A través de actividades basadas en el juego y centradas en el niño, los alumnos participan en conversaciones y narraciones, juegan a rimas y cantan canciones. También participan en actividades como la construcción con bloques, Magnatiles y Legos, y aprenden a resolver problemas en colaboración con sus compañeros y profesores. "Dedicamos mucho tiempo a que los niños jueguen con objetos y practiquen con tijeras y pegamento para desarrollar la motricidad fina", explica Dreiman.
Una parte esencial del éxito del programa preescolar de Longmont Estates es la estrecha colaboración entre la escuela y las familias. "Creemos que los padres son socios esenciales en el viaje educativo de sus hijos", declaró Vorhaus. "Mantener una comunicación abierta y la colaboración entre nuestro equipo y las familias es importante para el éxito del niño, creando un ambiente acogedor y de apoyo."