A Charlie DeMarchi, de Niwot, le encanta el baloncesto, ya sea jugando, animando a equipos de la NBA o siguiendo miles de estadísticas de baloncesto.
A sus 14 años, también ha pasado demasiados días en consultorios médicos y hospitales, sometiéndose a pinchazos y pruebas mientras recibe tratamiento para la fibrosis quística, un trastorno respiratorio.
