Los alumnos de Longmont Estates Elementary están marcando la diferencia al mejorar la interacción social y promover las habilidades comunicativas a través de su programa de mentoría entre compañeros. Esta iniciativa única reúne a alumnos con trastorno del espectro autista (TEA) y alumnos de programas de educación general, creando oportunidades para el aprendizaje y el crecimiento.
La consejera Erin Wise explica: «Creemos que fomentar la empatía y la compasión entre los mentores es fundamental. Al interactuar con sus compañeros con autismo y comprenderlos, nuestros alumnos pueden contribuir a crear una cultura escolar más inclusiva y positiva. Esto no solo beneficia a los niños directamente involucrados, sino que tiene un efecto dominó en toda la comunidad escolar».
Los mentores participan en clases semanales con su consejero, en las que incorporan lecciones del libro de Ellen Sabin, «The Autism Acceptance Book» (El libro de la aceptación del autismo). Esto da lugar a debates en pequeños grupos y ofrece oportunidades de aprendizaje a todos los alumnos, lo que les permite comprender y apoyar mejor a sus compañeros. Por ejemplo, en septiembre y octubre, los alumnos mentores crearon tarros de purpurina para la atención plena y pelotas antiestrés ninja para los alumnos mentorados. «He aprendido mucho sobre el autismo», comentó Jeremiah Allen, alumno de cuarto curso. «Me lo he pasado muy bien siendo mentor». Actualmente, 16 estudiantes están ejerciendo de mentores entre compañeros, y otros 16 se unirán más adelante durante el año, de modo que más estudiantes podrán disfrutar del programa.
Formar parte del Programa de Mentoría entre Compañeros ayuda a los estudiantes a aprender nuevas habilidades, comprenderse mejor entre sí y les anima a interesarse por diferentes perspectivas y experiencias, al aprender a comunicarse de forma eficaz y a adaptarse a diferentes estilos de comunicación. Para Grian Lee, estudiante de quinto curso, el programa le ha ayudado a «comprender y apoyar a mis compañeros con autismo, al mostrarme que pueden aprender y hacer cosas como todos los demás, ¡a veces incluso mejor! El programa es muy divertido y puede ayudar a inspirar a otros estudiantes a ser líderes».
El programa ya ha mostrado resultados positivos, con una mejora en la comunicación y el fortalecimiento de las amistades entre todos los estudiantes. Wise añade: «Aspiramos a desarrollar habilidades para la vida tanto en los mentores como en los alumnos». Los mentores tienen la oportunidad de cultivar el liderazgo y el sentido de la responsabilidad. En cuanto a los alumnos, el programa mejora sus habilidades sociales y de comunicación en un entorno estructurado y de apoyo.
A través de actividades manuales y esfuerzos colaborativos, los estudiantes no solo aprenden juntos, sino que también forman vínculos significativos que van más allá de sus diferencias. «Este programa me ha enseñado que no todos somos iguales», compartió Taytum Bushlack, estudiante de quinto grado. «A nuestros alumnos les gusta trabajar juntos, les gusta hacer actividades y, lo más importante, les gusta divertirse juntos».
