Un profesor inspirador utiliza la atención plena para estimular el aprendizaje de sus alumnos

Profesor trabajando con alumnos en grupo

Si entras en el aula de recursos de educación especial de Centennial Elementary, encontrarás a los alumnos muy concentrados y sonrientes durante su clase en grupos reducidos con la Sra. Genesee Lemon, profesora de educación especial, que utiliza técnicas de mindfulness para empoderar a los alumnos. 

Lemon es una profesora destacada que incorpora entre dos y cuatro minutos de técnicas de mindfulness en sus clases diarias para preparar a sus alumnos para el éxito durante las actividades en grupo. «Cuando mis alumnos vienen a mi grupo, a menudo están trabajando en las habilidades que les resultan más difíciles. Es fundamental que los llevemos a su zona óptima de aprendizaje, donde se sienten abiertos y preparados para desafiarse a sí mismos como estudiantes», afirma Lemon. 

Según el diccionario Oxford Languages, la atención plena es un estado mental que se alcanza al centrar la conciencia en el momento presente, al tiempo que se reconocen y aceptan con calma los propios sentimientos, pensamientos y sensaciones corporales, y se utiliza como técnica terapéutica. 

Desde el trabajo hasta el hogar, la atención plena puede ser beneficiosa para todas las edades y en todos los ámbitos de la vida. Lemon utiliza la atención plena en su vida personal, y eso la inspiró a incorporarla en su trabajo con los estudiantes. «Marca una gran diferencia en mi propia vida cuando estoy centrada y en conexión con mis sentimientos y necesidades, y quiero compartir esa habilidad con mis alumnos», afirma Lemon. 

Rincón acogedor donde los estudiantes pueden practicar la atención plena.
Rincón acogedor en el aula de Genesee Lemon que incorpora la atención plena.

Integrar la atención plena en los planes de estudio no lleva mucho tiempo, pero tiene un gran impacto en el aprendizaje de los alumnos. Lemon incorpora diferentes técnicas de atención plena (respiración, movimiento, imaginería) con la esperanza de que sus alumnos encuentren una práctica o estrategia que les funcione. Espera que las estrategias que aprenden los alumnos se trasladen al entorno educativo general y al hogar cuando los alumnos se sientan desregulados, estresados o frustrados.  

Explorar diferentes estrategias de mindfulness puede ser divertido y atractivo para los alumnos. Lemon cuenta que enseña a los alumnos una nueva actividad de mindfulness entre 2 y 4 veces por semana y luego les da la oportunidad de elegir y poner en práctica las estrategias que les funcionan el resto de días de la semana. «Tengo un cuadro de referencia en el que anotamos las estrategias de mindfulness que hemos aprendido con imágenes como símbolos; de esa manera, pueden acceder a ese recurso siempre que lo necesiten».

Hay muchos recursos disponibles para quienes desean incorporar la atención plena en sus aulas. Lemon utiliza tarjetas de atención plena con descripciones e ilustraciones para guiar la práctica. Ella utiliza las siguientes tarjetas de atención plena: Mindful Kids y Little Renegades, pero hay muchas otras opciones que se pueden encontrar en línea. Lemon también lee libros sobre atención plena a sus alumnos. Aquí hay un enlace a algunos libros excelentes para leer con los alumnos sobre atención plena.

Lemon lleva más de 12 años en el distrito y ha trabajado como especialista en autismo, además de haber impartido clases en preescolar, jardín de infancia y educación especial. Tiene formación en desarrollo humano y estudios familiares, así como en educación infantil. Obtuvo su máster en educación especial y equidad educativa. Lo que más le gusta de ser profesora es ayudar a sus alumnos a sentirse exitosos en un área que antes les resultaba difícil. «Quiero que todos mis alumnos sepan que son dignos y valiosos, independientemente de lo que les resulte fácil o difícil», afirma Lemon. 

Como se puede imaginar, después de tantos años dedicados a la enseñanza, Lemon tiene muchos momentos favoritos, pero son las pequeñas cosas las que más le importan. Lemon compartió: «Ver a un alumno que ahora saluda a los demás cuando antes tenía miedo de hablar, o ver al alumno que ahora es capaz de combinar palabras, y al alumno que entiende la reagrupación después de la clase de matemáticas, es lo que marca la diferencia para mí. Me encanta poder formar parte de esos momentos de revelación con mis alumnos».

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