Los estudiantes de segundo año Erie High , Vanicia Thomas (izquierda) y Sebastián Delgado Martínez (derecha), compiten con el equipo de robótica acuática del Centro de Innovación.
Los estudiantes de St. Vrain compitieron entre los mejores del mundo, pero lo más importante fue la conexión con los demás y la experiencia.
El Centro Acuático de las Escuelas del Valle de St. Vrain se convirtió recientemente en un centro de innovación y creatividad al acoger el esperado Campeonato Mundial MATE. Del 22 al 24 de junio, este prestigioso evento reunió a estudiantes de todo el mundo para demostrar su extraordinario talento y sus logros en el campo de la robótica submarina. Más allá de las exhibiciones de competición y destreza técnica, el campeonato sirvió como plataforma transformadora, fomentando el entendimiento intercultural, la colaboración y la formación de amistades para toda la vida.

El camino hacia la organización del Campeonato Mundial comenzó hace más de un año, cuando el Centro de Innovación reconoció el potencial del nuevo Centro Acuático del distrito. Igualmente importante fue el increíble trabajo realizado por los estudiantes del distrito, especialmente en las áreas de conservación, robótica y experiencias de la vida real. Esta combinación sentó las bases para un evento verdaderamente extraordinario.
Nate Wilcox, un apasionado profesor y defensor de la educación y la robótica, elogió la competición MATE ROV, que se centra en aplicaciones del mundo real. «Los estudiantes que participaron en el evento tuvieron que pensar como empresarios e ingenieros, utilizando sus habilidades en informática, ingeniería electromecánica, fabricación, diseño y comunicación para construir los mejores vehículos operados a distancia (ROV)», dijo Wilcox. «El enfoque multidisciplinario de la competición animó a los estudiantes a demostrar sus habilidades no solo en aspectos técnicos, sino también en marketing, documentación de seguridad, responsabilidad corporativa y presentaciones de ingeniería».
El impacto del Campeonato Mundial MATE fue mucho más allá de la competición en sí. Los océanos, responsables de al menos el 50 % del oxígeno del mundo y con una influencia significativa en el clima global, afectan a todas las personas, independientemente de su ubicación geográfica. Incluso regiones sin salida al mar, como Colorado, tienen casos de uso valiosos que afectan a lagos, embalses, ríos y estanques. La competición destacó la importancia de preservar y comprender estas masas de agua, concienciando a los participantes sobre la importancia de la gestión medioambiental.
El evento también brindó una oportunidad invaluable para que los estudiantes se conectaran a escala global. Vanicia Thomas, estudiante de segundo año de Erie High , describió su experiencia transformadora como miembro del equipo de robótica acuática del Centro de Innovación: «Partiendo de cero, el equipo construyó su robot juntos, independientemente de su experiencia previa». Durante el Campeonato Mundial, Thomas tuvo la oportunidad de conocer a estudiantes de Egipto, que estaban viviendo su primer viaje fuera de su país. A pesar de la naturaleza competitiva del evento, Thomas les tendió la mano en señal de amistad: «Fue increíble porque todos estamos en el mismo curso y tenemos aficiones similares. Lo único es que viven a miles de kilómetros de nosotros. El equipo de Egipto vendrá a cenar y vamos a hacer una excursión a Boulder». El vínculo que se creó entre estudiantes de diferentes partes del mundo, que compartían intereses similares, demostró el poder de la robótica para romper barreras y fomentar el entendimiento.

Sebastián Delgado Martínez, otro estudiante de Erie High y miembro del equipo del Centro de Innovación, se hizo eco de los sentimientos de Thomas: «Los otros equipos fueron muy amables y, aunque eran nuestros rivales, nos ayudaron cuando tuvimos problemas durante las competiciones». Este sentido de colaboración y deportividad demostró la verdadera esencia de la comunidad robótica. Destacó las extraordinarias conexiones que se forjaron durante el evento. Conocer a personas de diferentes países que compartían los mismos intereses fue una experiencia realmente enriquecedora.
El éxito del Campeonato Mundial MATE se extendió más allá del recinto de la competición. Fue una prueba de la excelente colaboración existente dentro del Distrito Escolar de St. Vrain Valley. El compromiso del distrito con el apoyo al evento, el Centro de Innovación, Silver Creek High (donde se encuentra el Centro Acuático), los numerosos departamentos que apoyaron el evento y los estudiantes participantes fue evidente. Su disposición a trabajar juntos entre departamentos puso de manifiesto una cultura de colaboración, en la que cada individuo aportó un valor fundamental a la comunidad.

Más de 60 equipos de 11 países y 18 estados de EE. UU. se reunieron en el Centro Acuático de las Escuelas del Valle de St. Vrain, lo que generó un sentimiento de orgullo y honor en la comunidad local, ya que este distrito fue el anfitrión de los participantes internacionales.El evento permitió que el trabajo realizado en el Centro de Innovación y en el distrito brillara en un escenario global, demostrando el poder de la educación pública. La exposición a universidades, programas extraescolares y otras escuelas secundarias reforzó el compromiso del distrito con la excelencia en la educación.
El Campeonato Mundial MATE no solo celebró los logros de las mentes jóvenes más brillantes en robótica submarina, sino que también actuó como catalizador para tender puentes entre fronteras y empoderar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos del futuro compasivos, colaborativos y con conciencia global.
Para obtener más información sobre MATE, visite https://materovcompetition.org/.
Para ver el álbum completo de fotos, visite stvra.in/matephotos2023.
